La Habana es un territorio extenso, con más de dos millones de
habitantes y hasta 14 municipios, lo que requiere algún medio de
más allá de las piernas para poder visitar todos sus encantadores
rincones. Aunque la capital de Cuba dispone de transporte público, no
es ninguna maravilla y está pensado para los cubanos, no para los
turistas. Por lo que la mejor forma de
será el taxi.
Como ocurre con la moneda, los cubanos tienen unos medios de
transportes públicos que se pagan en pesos
cubanos, y que son casi gratuitos, pero a los que los turistas o bien
no pueden acceder, o bien pueden hacerlo con restricciones de plazas.
Estos dos transportes son los autobuses o
guaguas y los
camellos (autobuses con cabeza de camión para los
trayectos más largos de la Habana. Ambos son transportes masificados,
sin aire acondicionado y que brillan por su falta de puntualidad,
frecuencias y seriedad.
Además de caminar, para los turistas se recomiendan los transportes
privados como los famosos cocotaxis(triciclos a motor con
conductor y tres plazas), los taxis colectivos, los coches de alquiler o
la bicicleta. Los taxis es Cuba son baratos, eso sí,
hay que fijarse en que sean oficiales, y pedir que nos pongan el
taxímetro o fijar de antemano un precio que nos parezca razonable. La
tarifa oficial suele estar en 0,75 CUC por kilómetro más 1 CUC de
bajada de bandera.